miércoles, 11 de noviembre de 2015

Quito


Fundación.- 6 Diciembre 1534, Sebastián de Benalcázar
Independencia.- 24 de Mayo 1822
Nombres: Quito, capital del barroco americano; Quito, ciudad del planeta más cercana al sol; Quito, ciudad de las iglesias; Quito, carita de Dios, Edén de maravillas; Quito, ciudad de las leyendas; Quito, arrabal del cielo; Quito, Relicario de Arte en América; Quito, Luz de América; Quito, descubridora del Río Amazonas; Quito, capital de las estrella, Quito Primer Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Declaratoria.- 18 de septiembre de 1978 por la UNESCO, Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Altitud.- 2850 msnm
Temperatura.- 10 a los 27 °C
Ubicación.- Hoya de Guayllabamba
San Francisco de Quito, es la ciudad capital de la República del Ecuador y también de la provincia de Pichincha, y es la segunda ciudad más grande y poblada de Ecuador. Además es cabecera del área metropolitana que la forma, conocida como Distrito Metropolitano de Quito.
La fecha de su primera fundación es incierta; los registros más antiguos se hallan en la hacienda del Inga, sin embargo, se utiliza la conquista española de la ciudad, el 6 de diciembre de 1534, como su nacimiento.
La ciudad es el centro político de la República, calificada como ciudad global gamma +, alberga los principales organismos gubernamentales, culturales, financieros -al ser el hogar de la mayoría de bancos de la Nación-, administrativos y comerciales del país la mayoría de empresas transnacionales que trabajan en Ecuador tienen su matriz en la urbe.
Fue la primera ciudad declarada, junto a Cracovia en Polonia, como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, el 18 de septiembre de 1978. En 2008, Quito fue nombrada sede de la Unión de Naciones Suramericanas.
Durante el siglo XV, los incas extienden su poderío, tras varias batallas victoriosas, para afirmar su control militar y político sobre la región norte del imperio y de lo que fue el Tahuantinsuyo.
Entonces convierten a Quito en su centro administrativo para controlar los territorios norteños, justo cuando los españoles hacían su arribo a América en la primera parte del siglo XVI.
En medio de las disputas por el control territorial de la geografía ecuatoriana, llegan las tropas hispanas, se aprovechan de esa división y se lanzan a la conquista de las fortalezas incaicas, con el fin de dividir a las comunidades indígenas.
Al llegar a Quito se enfrentan a la férrea resistencia al mando del general Rumiñahui, quien incendia la urbe para impedir el avance español y, según, la tradición esconde los tesoros en un sitio que hasta hoy nadie ha podido encontrar.
Sebastián de Benalcázar funda San Francisco de Quito el 6 de diciembre de 1534. La conquista española fue cruel y convierte a la urbe en un centro político y comercial. Asimismo, la presencia hispana impone el catolicismo y se levantan iglesias y conventos para hacer de la capital un centro religioso de todas las comunidades eclesiásticas.
Tras casi tres siglos de dominio español, las nuevas generaciones mestizas inician el proceso de independencia. Quito es la primera ciudad del continente en declararse independiente en 1809 y por eso la llaman ‘Luz de América’, que a pesar de que aún no llegaba la derrota definitiva de los españoles, encendió el faro libertario, que culminará en las laderas del volcán Pichincha un 24 de mayo de 1822 y, luego, por fin la proclamación de la República del Ecuador en 1830.

Con el establecimiento de la República, en Quito su capital floreció una arquitectura republicana, con un fuerte influjo europeo que también caló en las artes, la cultural, el comercio, dando paso a una ciudad de acelerado desarrollo urbanístico, dentro de los límites de su geografía.
Todo eso en una gran disputa que ya configuraba la lucha ideológica entre conservadores y liberales, que va a concluir en 1895, con la gran Revolución Liberal encabezada por el general Eloy Alfaro, considerado hasta ahora el hombre más importante de su historia.
Y con esa revolución se inaugura el siglo XX en el Ecuador, trazando los cambios más trascendentales en la política, economía, educación y la cultura. Como símbolo de esos cambios se construye el ferrocarril que unirá a Quito y Guayaquil, las dos ciudades más importantes del país hasta la actualidad.
El tren provocará grandes migraciones a esas dos urbes y el desarrollo de su economía, la integración nacional y abre el sendero para la modernización. Para Quito constituye el ingreso también de esos habitantes de las ciudades serranas que le van a dar, poco a poco, ese carácter mestizo, hospitalario y bizarro de su cultura y ambiente social.
Hasta la mitad del siglo XX, Quito genera la mayor actividad política y se va construyendo la institucionalidad del país. Las fuerzas políticas liberales, conservadoras y socialistas protagonizan en sus calles y plazas grandes manifestaciones y enfrentamientos que no terminan en tragedias, sino en cambios de fondo: por ejemplo, el Ecuador es uno de los primeros países del continente en dar el voto a la mujer.
Ya en la segunda mitad del siglo anterior, con el impulso económico que generan el banano y el petróleo, Quito desarrolla su arquitectura, atrae la emigración y se proyecta como una capital moderna. Entonces se levantan los grandes edificios para instalar allí a los ministerios, el Congreso Nacional, la Corte Suprema de Justicia, el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, el estadio Olímpico Atahualpa y todos los servicios y requerimientos de una población que se acerca al millón de habitantes.
Todo esto ocurre robándole espacio a los bosques de los alrededores del Quito antiguo, dejando solo la custodia a las montañas y laderas que ahora están bajo la protección ambiental.
Solo a finales del siglo XX empieza a considerarse el cuidado de su patrimonio cultural colonial, tras un largo período donde se privilegió el comercio y el transporte, como factores de desarrollo.
Gracias a ese esfuerzo, en 1978 Quito fue declarada la primera ciudad del mundo como Patrimonio Cultural de la Humanidad, por la UNESCO.

Por eso es posible ahora reconocerla como una de las mejor cuidadas y con una riqueza cultural y artística inigualable. Y a la vez, es la ciudad que crece a lo largo de sus valles, generando un entorno bello y cálido para sus habitantes, que según el último censo del año 2000 suman ya cerca de dos millones.
La ciudad de Quito participó y ganó por primera vez en la categoría de Destinos Líderes de Sudamérica de los World Travel Awards –WTA- 2013, compitiendo contra ocho destinos -Lima, Bogotá, Río de Janeiro, Sao Paulo, Buenos Aires, Santiago y Galápagos.
Este premio, que es uno de los más importantes de la industria turística mundial, fue otorgado durante la ceremonia de gala para América Central y del Sur en la noche del 20 de julio, en el lugar del antiguo templo Huaca Pucllana, ubicado en el céntrico distrito de Miraflores, Lima-Perú.
Alcanzar el primer lugar en esta categoría es una nueva oportunidad para que la industria mundial vuelque su mirada al Primer Patrimonio Cultural de la Humanidad, Quito, que en el 2012 recibió a un promedio de 533 mil visitantes extranjeros.
El clima de la ciudad corresponde al clima subtropical de tierras altas; Quito se divide en 3 zonas; sur, centro, y norte; donde el sur es el lugar más frío de la ciudad porque es la zona más alta, el centro es caliente; donde se dan siempre las temperaturas más altas, y el norte es templado.

Plaza Grande

La Plaza Grande o Plaza de la Independencia, es uno de los mayores atractivos del casco colonial de Quito. En ella se descubren algunas de las joyas arquitectónicas que le valieron para que haya sido declarada por las Naciones Unidas, como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
La historia inicia en la Plaza Grande o Plaza de la Independencia, conocido como centro de actividades y reuniones quiteñas desde el siglo 16 y donde hoy se levanta el monumento a los héroes de la Independencia.
La ciudad fue trazada alrededor de esta y es en 1.612 que se instalan en su entorno los principales poderes del Estado: la Catedral, el Palacio Presidencial, el Palacio de Arzobispo y el Palacio Municipal.
Fecha de Creación: No se conoce con exactitud la fecha de creación pero se afirma que el conjunto que encierra la plaza grande es del siglo XVI.
El Monumento a la Independencia, fue construido a partir de 1906 e inaugurado en 1909; está construido en mármol de Carrara y su diseñador fue Juan Bautista Minguetti. Fue construida en Italia y luego traído hasta esta ciudad primero en barco desde Guayaquil, luego en tren y mulas.

Palacio de Carondelet

Es la sede del Gobierno y residencia oficial del presidente de la República del Ecuador. Está ubicado en el centro histórico de la ciudad de Quito. Es el eje neurálgico del espacio público conocido como Plaza de la Independencia o Plaza Grande (nombre colonial), alrededor de la cual se levantan además el Palacio Arzobispal, el Palacio Municipal, el Hotel Plaza Grande y la Catedral Metropolitana.
Fue conocido durante la colonia española como Palacio Real de Quito pues era la sede de la Real Audiencia de Quito y de la gobernación civil y militar de la región. La tradición cuenta que habría sido el libertador Simón Bolívar quien le llamó Palacio de Carondelet asombrado por el buen gusto que tuvo Francisco Luis Héctor Barón de Carondelet, quien ordenó la construcción de su fachada, cuyo principal elemento, una columnata, se mantiene hasta la actualidad. No obstante, nunca se le ha denominado así en los documentos oficiales.

Catedral Primada de Quito

La Catedral de Quito o Iglesia Museo Catedral Primada de Quito es considerada una de las más antiguas de América Latina y es uno de los símbolos religiosos de mayor valor espiritual para la comunidad católica de la ciudad de Quito.
Contiene un acumulado histórico de la vida cotidiana, política, religiosa y artística de varias generaciones quiteñas. Se encuentra ubicada en el corazón del centro histórico de Quito: la Plaza de la Independencia o Plaza Grande, exactamente en el Pasaje Espejo, entre las calles Venezuela y García Moreno, diagonal al Palacio de Carondelet.
Esta Catedral fue el primer templo construido en Quito con influencias y estilos del arte indígena y la concepción hispana. El mismo ha sufrido dos terremotos que sacudieron a la capital del Ecuador en octubre de 1660 y en febrero de 1797.
Entre sus más bellos atractivos se encuentran las obras de arte, pinturas y esculturas realizadas por importantes artistas de la época colonial y republicana. Una de las obras destacadas es el lienzo de la muerte de la Virgen, de Miguel de Santiago, puesto en el muro del trascoro. Además, en esta, descansan los restos de Antonio José de Sucre, prócer de la Independencia del Ecuador. Su diseño colonial la convierte en una maravilla arquitectónica.

Iglesia de La Compañía de Jesús

En 1605 comenzaron los jesuitas de Quito los trabajos de su iglesia. Hacia 1613 llegó a la ciudad el hermano coadjutor Marcos Guerra, quien fuera arquitecto brillante en el Reino de Nápoles, antes de entrar en la Orden. El corrigió lo que se había hecho y dio a la obra el trazo definitivo.
A su muerte, acaecida en 1668, la iglesia y edificios contiguos, con sus tres claustros, estaban concluidos en lo fundamental. La fachada comenzaría a labrarse en 1722 y solo se terminaría en 1765, en vísperas de la expulsión de los de Loyola de los dominios del rey de España. La fachada del templo es una de las maravillas del barroco y plateresco americanos.
El templo de La Compañía de Jesús constituye la obra más representativa del barroco en el Ecuador. Posiblemente los planos fueron elaborados en Roma, pues su diseño corresponde a los modelos característico de la Orden, utilizados en esa época.
Flanquean la puerta principal seis columnas salomónicas fastuosas, integradas por primera vez al movimiento arquitectónico en el arte americano y las puertas laterales, pilastras de estilo romano corintio.
Todas reposan sobre un estilo bato en paneles con decoración renacentista. Sobre el arquitrabe corre un friso de soles y follaje, y sobre el friso, la cornisa que parecería sustentarse sobre hojas de acanto.
La cornisa, que corre ceñida a los resaltos de la fachada, sobre la puerta principal se convierte en arco, suerte de dosel de un nicho que aloja a la Inmaculada, guardada por ángeles y querubines.
En el retablo del altar mayor, obra de Legarda, se ha retomado como principal motivo de composición las columnas salomónicas de la fachada y las cornisas que se estiran al centro en arco y se ha hecho culminar el conjunto, abigarrado y deslumbrante, por corona sostenida por ángeles. Los nichos, cuatro, alojan cuatro tallas policromadas, correspondientes a los cuatro fundadores de las grandes órdenes, San Francisco y San Ignacio de Loyola con el inconfundible estilo de Legarda.

Iglesia de San Francisco

San Francisco, el más imponente monumento arquitectónico quiteño. Ofrece a la admiración del visitante templo, capillas y convento. El conjunto, que abarca casi dos manzanas completas y se yergue sobre amplísima explanada de piedra, tiene tanta grandeza que Ernesto La Orden lo llamó "Escorial sobre los Andes".
La construcción de templo y convento la comenzó fray Jodoco Ricke, a poco tiempo de fundada la ciudad, en 1536, y fue obra de arquitectos y talladores como fray Francisco Benítez, quien asumió la obra en el último cuarto del siglo XVI y la remató en 1605.
La cantidad de joyas artísticas que guardan la iglesia y el convento franciscano las del convento ordenadas ahora en museo- requeriría guía particular muy detallada.

Iglesia de Santo Domingo

Aunque llegaron a Quito en 1541, sólo en 1580 comenzaron los dominicanos a construir su templo, con planos y dirección de Francisco Becerra, el arquitecto extremeño.
La obra total se llevó a término en la primera mitad del siglo XVII. Junto a la iglesia, del lado del evangelio, se puso capilla aparte para Nuestra Señora del Rosario, en la que más tarde se fundó la más importante cofradía de la ciudad. Iglesia y capilla se adornaron con artesonados bien labrados, ricos retablos, imágenes de bulto y lienzos.
De esa primitiva riqueza, en el templo queda poco: apenas el artesonado mudéjar. No así en la capilla del Rosario, con su retablo del más abigarrado rococó, su decoración con tallas doradas sobre fondo rojo, las columnas con original mezcla de elementos vegetales y antropomórficos y los complicados frontones con sus remates, todo lo cual completa un conjunto de rara plenitud ornamental.

Iglesia de San Agustín

El arquitecto extremeño Francisco Becerra, que se hallaba por aquel entonces en Quito, trazó los planos de la iglesia y convento de San Agustín, hacia 1580 o 1583.
La fachada se trabajó según consta la inscripción puesta sobre la puerta de entrada entre 1659 y 1669. Por aquellos mismos años se hacía la obra de los claustros y Miguel de Santiago pintaba para ellos los bellísimos lienzos de la vida de San Agustín -de 3 metros por más de 2.
En ellos reinterpretó cromáticamente y dio vida y ambiente a los grabados del flamenco Bolswert que le sirvieron de modelo. Además de esta serie, hay en San Agustín otra importantísima obra de la Escuela Quiteña, del mismo Miguel de Santiago: el cuadro llamado de la Regla, colosal tela de 8 metros por más de 6, que está sobre el presbiterio del templo.
Pero hay mucho más que admirar en San Agustín: numerosos rasgos originales del columnario de los retablos de la iglesia, la belleza del claustro con sus galerías superpuestas, y la Sala Capitular.
Tiene en su testero un hermoso calvario de Olmos, imaginero quiteño de comienzos del XVIII, y, al extremo opuesto, la tribuna para el orador o lector, de riquísima talla, coronada por preciosa concha ribeteada por calado de fino encaje.

Museo Numismático

A partir de 1938, el Banco Central del Ecuador empezó a salvaguardar los bienes culturales que llegaban a sus bóvedas, sea en metalurgia precolombina o en monedas coloniales, evitando su conversión en lingotes de oro para la reserva monetaria.
Con la visión humanista, del Gerente General de ese entonces, señor Guillermo Pérez Chiriboga y el empuje del joven arquitecto Hernán Crespo Toral, se reflexionó sobre la importancia de la salvaguarda cultural como una misión trascendente para la nación ecuatoriana, con el mismo ahínco con que se conservaba la reserva de oro que respaldaba económica y monetariamente al país.

El Panecillo

Desde aquí también es posible apreciar el Panecillo esta elevación natural fue bautizada así por su parecido con un pan pequeño, se erige en medio de la ciudad como un mirador natural desde el cual se aprecia la belleza andina de la zona y la disposición urbana de la ciudad.
El montículo recibió su calificativo de los conquistadores españoles, pero se cree que su nombre auténtico es "Shungoloma" que en quichua significa "loma del corazón". En la época preincaica se erigió sobre él un templo dedicado al culto del dios Sol, llamado Yavirac, el cual fue destruido por el indio Rumiñahui mientras resistía con sus tropas al avance español.
La loma del Panecillo, con tres mil metros de altitud sobre el nivel del mar, es una referencia para los quiteños porque marca la división entre el sur y el centro de la ciudad y aún mantiene el legado de la época incaica porque allí se encuentra la Olla Panecillo, una especie de cisterna circular de ocho metros de profundidad que fue utilizado para el riego de sembríos.
En 1976, el artista español Agustín de la Herrán Matorras realizó en aluminio el monumento a la Virgen María que se encuentra en la cúspide del cerro. Está compuesto por siete mil piezas y es considerado como la mayor representación de aluminio del mundo.
La obra, es una réplica de la escultura de treinta centímetros realizada en el siglo XVIII por el escultor quiteño Bernardo de Legarda, que reposa en el convento barroco de la Iglesia de San Francisco.

La Ronda

La cual fue restaurada completamente durante el año 2006. La calle Morales era el corazón bohemio del Centro Histórico a mediados del siglo XX, donde abundaban casas de artistas, artesanos, pintores, poetas y músicos. Lamentablemente sufrió un deterioro constante hasta que el proyecto para resucitarlo volvió a darle vida. Hoy, La Ronda ha recuperado su encanto con galerías, cafés y tiendas que ocupan las casas viejas.
Esto incluye una familia que hace las hermosas velas de colores en forma de flores y que son utilizadas durante procesiones religiosas, otra que sirve las 'empanadas de viento' más finas de Quito y un gran café cultural, la Casa 707.
La Ronda era una conexión importante a la ciudad antigua como acceso por el costado sur. Fue en tiempos preincaicos y pre hispanos un camino hacia el río de la ciudad para la gente del lugar. En la Colonia y en la era de la Independencia, la calle fue una vía importante para traer enfermos al Hospital San Juan de Dios, ubicado a su costado, en la parte occidental. Actualmente, el hospital es la casa de un Museo de primera clase en la ciudad de Quito

Mirador De San Juan

La loma donde se asienta el barrio de San Juan fue un espacio simbólico importante. Estudiosos señalan que a la llegada de los españoles en 1534, en este lugar se levantaba un templo de adoración Inca denominado Huanacauri.
Actualmente, quienes visiten el mirador de San Juan, podrán admirar la cadena montañosa que rodea a la ciudad y entender por qué este sitio fue escogido como sagrado. En días despejados se puede observar nevados como Cotopaxi, los Altares, el Antisana y el Cayambe. Además se puede regocijar con una privilegiada perspectiva del Centro Histórico, que muestra rincones normalmente ocultos a la vista, como los jardines del claustro de La Concepción o los patios occidentales del complejo religioso de San Francisco.

Parque y Mirador Itchimbía

Ocupa la cima y las laderas de la loma del Itchimbía a 2.910 msnm., situada en el límite oriental del Centro Histórico. Está rodeado por barrios tradicionales como El Dorado, La Tola y San Blas, por lo que ofrece una vista panorámica de la ciudad y su entorno, convirtiéndose en un impresionante mirador natural, desde el cual se puede divisar el Centro Histórico, volcanes y nevados que rodean a la ciudad como el Pichincha, el Cayambe y el Antisana.
El Itchimbía es un parque educativo, recreativo y además es hoy en día un pulmón verde para el Centro Histórico; cuenta con una amplia oferta de instalaciones y actividades de primera calidad: juegos infantiles, ágora natural para presentaciones artísticas, senderos, ciclo vía, canchas de fútbol, básquet y voleibol, pérgolas, en fin las opciones son muchas.
Dentro de este parque se levanta el Centro Cultural Itchimbía, conocido popularmente como “Palacio de cristal”, es uno de los sitios culturales más importantes de la ciudad y del país. El Itchimbía es un lugar que invita a la relajación y esparcimiento, donde se propicia el desarrollo de los sentidos con la presencia de elementos sencillos como el bosque andino, el paisaje, los sonidos, las texturas y los olores de la naturaleza.
Este es nuestro tercer mirador el cual nos permite observar exclusivamente el centro y norte de la ciudad de Quito dando realce al cambio de tiempo, del Quito antiguo al Quito Moderno.

La Mitad del Mundo

Monumento a la Linea Ecuatorial en Quito. En el año de 1736, llega al país la primera Misión Geodésica que tuvo como objetivo medir un arco de meridiano para comprobar la forma de la tierra. A los científicos franceses Bouguer, Godín y La Condamine se unieron los españoles Jorge Juan y Antonio de Ulloa, insignes marinos; ya en tierras ecuatorianas se unió por sus conocimientos de geografía y geodesia el científico ecuatoriano, Pedro Vicente Maldonado, quien colaboró estrechamente para asegurar el éxito de la Misión.
Se lo denomina Monumento Ecuatorial por su forma piramidal - cuadrangular con sus cuatro monolitos en los ángulos, tiene la orientación geográfica de los cuatro puntos cardinales, y se encuentra localizado en la Línea Ecuatorial de latitud cero grados cero minutos y cero segundos.
Esta Línea pasa por diversos países y continentes, pero hay un solo país que lleva su nombre “La Republica del Ecuador”. Este juego de piramidal cuadrangular tiene el mismo aspecto geométrico del anterior, con sus cuatro monolitos en los ángulos y sus lados tienen la dirección geográfica de los cuatro puntos cardinales.
Así tenemos al Norte una leyenda conmemorativa, dedicada a Pedro Vicente Maldonado, que colaboró estrechamente con la Misión Geodésica en el año de 1736.
Un grabado es observado que representa el cuarto del círculo usado por la Misión Geodésica de siglo XVIII. En Hemishpere Occidental observamos una placa dedicado a dos ilustres españoles que colaboraron con el trabajo científico de Francia. Aquí graba el escudo de España.
En el Sur del Hemisferio tenemos una placa de reconocimiento al Gobierno de Ecuador al trabajo científico de la Misión Geodésica de Francia. Aquí nosotros vemos un grabado del escudo de Ecuador.

En el extremo superior de la pirámide, se destaca una esfera metálica que representa la Tierra, con sus 5 continentes y sus mares en alto y bajo relieve. Este globo está envuelto de Oriente a Occidente por una cinta también metálica, indicadora de la Línea Ecuatorial, dividiendo a la esfera exactamente en dos mitades.


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